Todos los "jugones" (o gamers), en algún momento de nuestra vida, nos hemos parado a pensar qué significa para nosotros los videojuegos, pero cada uno tiene sus propias experiencias. Habrán algunos que hayan nacido en los años 80 con el Spectrum, el Commodore 64, el Amstrad CPC y la NES. Otros habrán jugado de niños con la Super Nintendo, o la MegaDrive. Otros incluso, se habrán iniciado en los videojuegos en la pasada generación, con el Call of Duty, Battlefield y el Minecraft de los "cullons".
Pero volviendo al caso que nos ocupa, este artículo se trata mas bien de una reflexión personal hacia este apasionante mundo que es el de los videojuegos. Y la verdad es que los videojuegos son para mí, además de un entretenimiento, cultura, arte, y otra forma más de evadirse de la cruel e injusta realidad durante un limitado periodo de tiempo, limitado al tiempo que nos salga de nuestros prepucios (por emplear un sustantivo distinto al del miembro viríl masculino), o vaginas, que las hay también.
Los videojuegos fueron considerados desde un principio como entretenimiento puro y duro, cuyas mecánicas eran más simples que el cerebro de un cani, pero conforme fue pasando el tiempo, se han ido inventando nuevos géneros, nuevas mecánicas, y cada vez había más criterio entre el gremio de jugadores. Y eso del criterio hace referencia al género de juego, porque puede haber un jugador que le gustan los juegos de plataforma y los de lucha, o alguien como yo, que le gustan los FPS y los RPG.
Ahora los videojuegos han evolucionado de tal modo que ya facturan incluso más que cualquier película de Hollywood. El concepto de videojuego también ha evolucionado en pos de meternos de lleno en la piel de un personaje, ser partícipe del entorno que nos rodea, de saber lo que está pasando y cómo avanzar en el propio juego en sí. Hay juegos, incluso, con el que puedes despedirte de tu vida social temporalmente, como puede ser un juego de Yu-Gi-Oh!, Pokémon o Fire Emblem, por poner varios ejemplos personales. Dentro de esta evolución hay que mencionar algunos títulos que, con su gran naturaleza narrativa, han hecho que el jugador, mas que estar participando en un videojuego, parece participar en una novela gráfica o película interactiva. Es el caso de Beyond: Two Souls, The Last of Us o la magnífica trilogía de Mass Effect.
Mi andadura por los videojuegos se remonta cuando era un "petit-suisse", y estuve enganchado a las "Game & Watch", incluyendo los clones del Tetris y sus cien minijuegos que iban con pilas, con las que se te pasaba la tarde volando. Después, a finales de 1998, tenía mi primer ordenador con Windows 95, y desde entonces estuve enganchado a varios juegos del momento, como el Shogo, Quake II (pero en forma de "demos"), y juegos antiguos de MS-DOS como el Doom. Y fue ahí, en ese punto, en el que estuve viciado, a su vez, obsesionado, con el género de los FPS, hasta el punto que hice alguna "parida" como imitar la primera persona, en fin...
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| ¿Quién no ha tenido una de estas "maravillas" en su vida? |
Esta ha sido mi carta de amor hacia los videojuegos, afición de la que no me voy a despegar hasta que mi corazón deje de latir. Y quiero dejar claro de que dá igual la consola, plataforma, compañía, si prefieres jugar emulado o en un sistema real. Lo que más importa es jugar. Y el resto... ¡¡que les den por culo!!
Imágen de portada: http://mc3du13rap.deviantart.com/art/I-LOVE-VIDEOGAMES-405855856?q=gallery%3Amc3du13rap%2F41578439&qo=11
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