¿Quién iba a pensar que un RPG con estética infantil, protagonizado por unos críos que son los elegidos para salvar el universo de un tal Giygas, tuviera un jefe final con unas formas tan pesadillescas y espantosas?
No lo vamos a negar, puesto que estamos hablando de una de esas joyas videojugabilísticas tan oscuras de Japón, en la que no te esperas que detrás de una apariencia tan inocente, hay algo espantoso que le causa miedo al espectador. Digo yo que el equipo desarrollador de EarthBound se guardó un as bajo la manga cuando decidieron abordar la parte final de la aventura. Se les ocurrió la idea de que, en vez de poner una máquina estílo Deus Ex, pusieran algo más infantíl, y que tras ser derrotada, se enfrentarían a un ser espantoso y horrible en una dimensión paralela, en la que sólo pueden ver al pendejo de Giygas, y al mismo tiempo, oir un sonido de fondo repetitivo y espantoso.
EarthBound salió para la SNES (Super Nintendo, o Super Famicom) en 1994 en Japón, y 1995 en Occidente. Ahí en Japón se llamó Mother 2. Se trata de un RPG producido por Shigesato Itoi, el cuál tiene como argumento que unos niños, el protagonista de la gorra Ness, la niña Paula, el gafapasta/nerd/inventor Jeff y el monje Poo son los elegidos para derrotar a Giygas, quien se supone que es una máquina que pretende destruir todo el universo. Así que Ness y su grupo deciden visitar los 8 santuarios que hay esparcidos por el mundo, y cada santuario está protegido por un guardián, quién es uno de los "lameculos" de Giygas.
El siguiente vídeo que váis a ver se trata de la batalla final contra este ser, que al principio parece una máquina, pero conforme avance la batalla, nos irémos dando cuenta de que es una entidad espantosa y pesadillesca. En él veremos cuál es la estrategia a seguir para enviar a Giygas a la "chingada" madre.
Advierto desde ya que este no es un vídeo para niños, enfermos crónicos, psicológicos, cardiovasculares, y se recomienda verlo durante las horas del día. El valiente más chulo puede probar a verlo por la noche, antes de acostarse, pues se le pueden quitar las ganas de dormir, o tener pesadillas por la segunda y las formas finales de Giygas. Ahí queda la cosa. ¡A disfrutar de la "espantosa" batalla!
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