Reflexiones de un "perro chikito"

 

No sé muy bien por dónde empezar, pero hoy es la huelga de Twitch. Multitud de creadores y usuarios han decidido pasar hoy de la plataforma para que se ponga muy seria con el tema de la toxicidad y el uso de bots para "generar ruido" en el chat, haciendo que no sea fácil leerlo.

También se dice que los que sufren las "raids tóxicas" son streamers que pertenecen a colectivos marginales. Que por favor, que alguien me defina que es un colectivo marginal. ¿Gente discapacitada? ¿Personas con un bajo poder adquisitivo? O lo que es aún más: ¿Streamers que no los ve ni Peter?

Es jodido sentirse un "perro chikito" en estos mundos de los interneses, porque no hay nadie que te diga si lo estás haciendo bien, si tienes que mejorar en algo y otras cosas bonitas. Sentirte un "perro chiquito" es estar sol@ ante el peligro, sentirte amenazad@ porque no eres guap@, no estás haciendo las cosas correctamente, no sabes conectar con el público. En otras palabras, te hacen sentir que no vales nada. Y esa es la toxicidad que vivimos ya no Twitch, sino en redes sociales, en la que el respeto y la empatía son palabras imaginarias que no los conocen los que insultan, humillan y se ríen, y que nunca se han arrepentido de ser unos bullies de pacotilla. Esa es la gente que hace que la sociedad de hoy sea una mierda infecta, donde no dejamos que la gente sea feliz con su vida, sus hobbies, su forma de vestir y de expresarse.

El perro de ahí arriba se conoce como "Cheems" y es una cara muestra de lo que siente un@ al ser un "perro chiquito", una persona vulnerable, desgraciada y con mala suerte, que puede ser pisoteada sin problema alguno, dado que no sabe defenderse y no sabe lo que se va a encontrar en el lugar donde sentirse alguien importante. Donde se es una víctima más de un sistema que exige ser mucho más de lo que eres: más sociable, más guap@, estar más buen@ que un Kitkat. Es decir: ser PERFECTO. Y no, señor@s, la perfección no existe en este mundo de mierda.

El odio y el acoso ha existido desde tiempos antes de YouTube, Twitch y las redes sociales. Me duele mucho cómo en una época en la que estamos todos conectados y conocer gente de otras partes con nuestros mismos hobbies o inquietudes, acabe  convirtiéndose en un hervidero donde abunde la mierda y el ruido, haciendo que interactuar con otras personas sea menos placentero, y acabando por ser unos ermitaños y perder todo tipo de facultades sociales, sin olvidar las formas y la educación con las pocas personas que valen mucho la pena en nuestras vidas.

¿Y por qué digo que también soy un "perro chikito"? Porque tengo la mala suerte de no haber tenido un gran alcance en redes sociales y siendo una víctima de burlas en la vida real, sin tener el cariño y el respeto de otros. He intentado hacer de todo y nada.

Me duele mucho ponerme en la piel de un streamer novato que inicia su primer stream y durante todo el directo no lo ve ni Dios. No sabe qué decir en su primer directo, de qué va a consistir su canal y lo más importante: ¿qué esperas aportar a la plataforma que no aporten otros?

Es jodido sentirse un perro chikito y no tener el apoyo de nadie. Es un claro reflejo de lo vulnerables que somos en una sociedad cada vez más ofensiva, que no da oportunidades a gente que realmente vale la pena, en vez de los niños guapos del Instagram. Es patético y triste.

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