Queridos lectores, quiero que seáis testigos del primer artículo en relación al mundo de la tecnología. Y empezamos fuerte con algo que agradará o desagradará a los usuarios de Android.
El pasado domingo 1 de marzo dio comienzo la Mobile World Congress 2015 en Barcelona, donde diferentes fabricantes de dispositivos móviles como Samsung, LG, HTC, entre otros muestran al público sus novedades. Y diferentes medios del sector como Xataka, Xataka Android, El Androide Libre están ahí al pie del cañón para estar al tanto de lo que está ocurriendo en esta feria.
Este año, al igual que el año pasado, la surcoreana Samsung ha presentado la renovación de su buque insignia, el Samsung Galaxy S6, junto con su versión de pantalla curvada, el Galaxy S6 Edge.
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| Imágen cedida por Xataka |
- Procesador de 8 núcleos Exynos 7 (propietario de Samsung) de 4x1.5GHz y 4x2.1GHz.
- 3 GB de RAM
- Versiones de memoria interna desde 32 GB hasta 128 GB.
- Android 5.0 Lollipop de serie.
- Pantalla de 5,1 pulgadas.
- Resolución 2560x1440 píxeles.
- Pantalla SuperAMOLED con 577 ppp.
- Batería de 2550 mAh.
- Cámara frontal de 5 MP y trasera de 16 MP.
Sin embargo, uno de los puntos más criticados, y sobre todo, más decepcionantes de este terminal, es la ausencia de ranura para MicroSD, además de que la batería no es extraíble. Por lo tanto, algunos considerarán que este terminal no merece tanto la pena, como sí la merecía su antecesora.
Ya se han hecho público los precios de ambos terminales. El S6 rondará los 699 € en su versión de 32 GB, 799 € de 64 GB y 899 € de 128 GB, y se lanzará al mercado el 10 de abril, mientras que su versión Edge costará la gran friolera de los 849 € en su versión de 32GB, 949 € por la de 64 GB y 1049 € por la de 128 GB. En definitiva, precios prohibitivos para los tiempos que corren, a no ser que lo vayáis a adquirir mediante contrato por alguna operadora.
Ahora viene la polémica. Mucha gente coincidirá conmigo, incluso uno de mis compañeros de clase, en que el diseño del Galaxy S6 es similar al del iPhone 6, salvando la botonera de enfrente. Y la verdad es que llevan razón. Si nos fijamos bien, la disposición del conector de los auriculares y el microUSB están en la parte inferior del dispositivo que, en mi opinión, me resulta molesto colocar los auriculares en esa posición, puesto que no estoy acostumbrado a oir la música con el smartphone al revés.
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| Adivinad las diferencias |
Además, el grosor es totalmente similar al del iPhone 6, y los botones de encendido/bloqueo, volúmen son casi calcados. Sería una tontería pensar en que Apple va a demandar a Samsung por infligir a alguna patente o algo. De hecho, hay varios teléfonos chinos que imitan los diseños del Galaxy S5, el iPhone, y otros terminales punteros, y no hay demandas ni historias de patentes.
Para finiquitar este artículo, quiero dar la conclusión de que Samsung ha imitado el diseño del iPhone 6 para el Galaxy S6. Ya no sé si es para resultarle atractivo al público o yo qué se. Pero lo que no me gusta de este dispositivo, aparte de sus bondades técnicas, que son la reverenda leche para un terminal de estas características, es el hecho de no incluir una ranura para MicroSD y no poder extraer la batería, y más aún cuando está muy desgastada la jodía. ¿Realmente merece la pena gastar 699 o 899 € en un terminal el cuál, si la batería no ya funciona como antes, no la puedes cambiar?
Me gustaría que opináseis sobre esto, y que reflexionéis sobre las carencias de este terminal, por si merece la pena renovar a este modelo. Preferiría el S5 por encima de todo.
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