Qué dificil es ser un "friki" en un pueblo


Sé que a muchos este artículo os la traerá floja, pero es mi blog y puedo contar lo que quiera sin tener que pedirle explicaciones a nadie.

Lo que voy a contar en este artículo son mis vivencias personales durante mi época como friki, parte como otaku, porque denominarme friki u otaku te hace quedar mal delante de toda la peña. Pero yo no puedo ocultarle al mundo mi devoción por la cultura japonesa, la ciencia ficción y los videojuegos, porque de no hacerlo me sentiría como un cobarde.

Veréis, un servidor vive en Almodóvar del Campo, un municipio de Ciudad Real (Castilla-La Mancha). Me crié y sigo viviendo en este pueblo, y a lo largo de estos años he tenido varias experiencias, algunas buenas y otras malas. Pero entre esas experiencias, hay algo en común que a mí que causa injusticia: que no he sido muy bien aceptado por la gente jóven, y en caso de ser admitido, no me han tratado todo lo normal que pudiera.
En este municipio no hay mucho amante de la cultura japonesa, porque de haberlo, sería ridiculizado por los niñatos de turno, que en este pueblo como en cualquier otro, abundan a puñaos. Y esto se debe a la escasa cultura que llegan a adquirir los jóvenes y la mala educación que les han dado sus padres, los cuáles no les han sabido transmitir los valores universales como el respeto y la tolerancia.

Y a esto último me quiero referir. Porque la falta de cultura vá ligada a la intolerancia. Y es por eso porque la gente de escasa cultura, cuando ve a alguien que no se comporta de una manera normal, como puede ser un enfermo enfermal, o hace cosas que no son catalogadas como "normales", ridiculizan, se ríen, se cachondean sin piedad y se vuelven prepotentes hacia esa persona. Pero si eres un niño o adolescente, la cosa se complica, pues ya estamos hablando del conocido "bullying" (acoso), y en los pueblos hay bastantes casos, debido a que está siempre el dicho de que "todos en el pueblo nos conocemos", pero gracias al archiconocido WhatsApp, los chanchullos de Fulanito y Menganito se filtran a velocidades de infarto.

Todo lo expresado en el párrafo anterior se podría resumir como que si eres un friki, un otaku, o alguien con discapacidad mental, serás rechazado y ridiculizado, en su mayoría, con gente de escasa cultura, especialmente niñatos que cuando van sólos, se cagan en los pantalones, y cuando están en grupo, ya se creen los reyes del mambo.

Los pueblos, por lo general, son lugares tranquilos, pero tampoco se libran de sus inconvenientes. Y es que lo mínimo que puede aspirar un ciudadano es trabajar en el campo, que en mi opinión, provoca melancolía. Aparte, los pueblerinos no tienen ni metas ni aspiraciones, por lo que sus vidas se reducen a vivir el día a día, e interesarse por lo que hagan los demás. Ese es un ejemplo de vivir una vida tan triste.

La falta de cultura también provoca el "frikismo light", porque los que disfrutan leyendo manga o viendo anime, sólo les interesa lo "mainstream" (lo que está de moda, vaya), y por lo general, suelen ser niños y adolescentes. Me dá la impresión de que en los pueblos hay un cierto nivel de atraso, porque en algunas ciudades, la cultura sobre el manga y anime se ha ido integrando notablemente en la sociedad, al punto que está al mismo nivel que la literatura, el cine y los cómics. Sin embargo, en los pueblos, la falta de cultura es también la responsable de debates absurdos como que "el anime o el manga es para críos" o que "el anime es hentai". A mí alguien me dice esas estúpideces y le pediría que argumentara esas afirmaciones, y de no hacerlo, lo mandaría a tomar por culo a primera de cambio.

Yo, como aficionado a la cultura japonesa, no me he librado de las burlas y los "llamamientos de atención" cobardes de gente tan sinvergüenza que no tiene otra cosa que hacer con su patética vida más que creerse superiores a los que piensan ellos que son unos "pringaos". E incluso me han llamado "friki" desde lejos y a mis espaldas. Fijáos incluso que no me hablo con mucha gente, ni siquiera con niños y adolescentes, pero sí lo hago con gente conocida con la que tengo confianza.

Pero lo más triste del asunto es que mi vida social, en este pueblo, no ha sido todo lo satisfactoria que debería haber sido, por lo que tengo pocos amigos y pocas excusas para salir de juerga. Y lo que es aún más: todavía no tengo novia. Sé que muchos os dará pena esto. Pero, ¿sabéis qué? Yo no tengo la culpa de estar en esta situación, sino que esas personas, por alguna razón que no quieren explicar, no sienten ningún afecto hacía mí. No me quieren. Y algunos que dicen ser mis amigos, luego no les intereso lo más mínimo, ni están ahí en los momentos que más me hacen falta.

Y para acabar con la faena, sólo os digo que a los frikis y otakus de los pueblos tienen miedo a ser juzgados por otras personas por sus hobbies y por cómo son. Más aún si están dentro de un grupo de amigos que no comparten los mismos hobbies, ya que en el momento que digan algo contrario de los demás, son automáticamente rechazados con la discusión previa, incluso diciendo de que no van a cambiar de opinión se pongan como se pongan. Al fin de cuentas, alguien como yo le cuesta hacer amistades. Pero lo más apropiado sería decir: yo no sé hacer amigos, y más aún cuando no comparten los mismos intereses que yo. No sabéis lo chungo que es estar sólo y no tener a nadie que comparte los mismos hobbies que tú, y cuando le hablan sobre algo que no sabe, éste se calla y el otro piensa... "Pero si ese tio no sabe nada".

P.D.: La imágen de portada está sacada por un servidor: un precioso atardecer el cuál tuve la oportunidad de fotografiar. Lástima que no tenga una cuenta en Instagram para compartir la imágen. Recordad que esta imágen tiene copyright.

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