"Fan-service" y clichés: más de lo mismo


No sé cuán de largo será este artículo, pero lo que voy a expresar aquí forma parte de mi opinión personal, y no se debe tomar como una verdad universal.

Partimos de la base de que la industria del manga y anime es ámplia, que abarca toda clase de público y de géneros, y la que no tiene edad, claro está, pero esto último depende según qué géneros. Antes de continuar, me váis a permitir que emplee alguna que otra vulgaridad, y mencionar también que yo no represento a nadie, ya que como sabéis, este es un blog personal, y no un portal sobre noticias del sector, no.

A lo largo de mi etapa como otaku, he visto cómo la cultura japonesa ha ido evolucionando y generando nuevos fenómenos. Sin embargo, no todos ellos son del todo buenos. En estos últimos años, lo que está de moda es el "moe",  meter "tsunderes"  y "lolis" a cascoporro, muchas tetas y culos y un largo etcétera. En definitiva, estos fenómenos son algunos de los elementos que componen, lo que se denomina "fan-service".

¿Qué es el "fan-service"?

Este término ya lo mencioné en uno de mis vídeos de la sección "Diccionario para Otakus", y viene a ser como "chuparle la polla" a los fans (especialmente obsesos). Pero definiéndolo de una manera más formal, significa "meter un elemento que llame la atención a los lectores/jugadores/espectadores/fans (llamadlos como os salga de los cojones) provocando un aumento de la audiencia, lo cuál incrementa las ventas del producto (manga, anime, novelas ligeras, videojuegos)". Esto también existe en los mercados occidentales.

El fan-service es el principal causante de que la industria del manga, anime, videojuegos y novelas ligeras se haya visto saturada de productos, los cuáles tienen elementos que no dejan de ser más de lo mismo, y he mencionado hace varios párrafos. Es decir, que meter fan-service en un producto ya es sinónimo de éxito, primero porque vá atraer bastante público (sobre todo pajilleros y otakus que llevan su afición al extremo) y segundo, porque el producto de por sí es una mina de oro.

Pérdida de valores

En la actualidad, la industria del manga y del anime ha pegado un bajón, desde mi punto de vista. Ya no se crean productos en la que el compañerismo, el respeto y otros valores morales priman sobre el resto de cosas. Hace varias décadas pudimos disfrutar de obras que nos enseñaban lecciones morales para crecer como personas, sino también cómo funcionan las cosas en el mundo real.

Pero ahora eso se terminó. Ahora lo que se vende son obras en las que meten chicas y "lolis" prepotentes (I'S no es un claro ejemplo de igualdad, me cago en la puta madre que parió al Izuru Yumizuru de los cojones) que pegan patadas y hostias a los chicos, chicas que enseñan tetas, culos y bragas nada más para llamar a la atención de los fans más pajilleros y vender mucho, y mucho. A veces, el dinero puede llegar a corromper los valores de una persona, y los creadores/desarolladores/escritores/ilustradores no se salvan de esto.

Más de lo mismo

Dentro de la cultura japonesa, hay una especie de sub-industria que chupa mucho el culo al "fan-service", cuyas obras están para vender y vender, aunque sean una moda pasajera.

Véase el caso de Kantai Collection, un juego de navegador basado en cartas cuyos personajes son versiones antropomorfizadas "moe" de los buques militares de la II Guerra Mundial, el cuál está teniendo un éxito pasajero con sus más de 2.000.000 de jugadores en todo el mundo. Y además, se ha anunciado su emisión del anime para julio de este año, animado por el estudio Diomedea. Quizá mis dotes de visionario fallen más que una escopeta de feria, pero intuyo que el anime tendrá mucho "fan-service" a cascoporro. Por poner un ejemplo: en una escena del anime frien a balazos a una de las chicas, dejando su ropa hecha jirones, lo cuál hace que se le vean los pezones o las bragas. En fin, otro anime más con el que calentar el cimbrelo a los otakus más obsesos y pajilleros, que inventirán su dinero en merchandising de esta franquicia, y ya de paso se engancharán al cochino juego.

Claro está, que también en los "imageboards" también se ván subiendo ilustraciones de KanColle de todos los colores y sabores (sobre todo, los eróticos). Pero en el momento que salgan más imágenes del anime, las revistas Megami y NyanType irán sacando pósters de ésta, a cada cuál más sugerente.

Alejándonos ya de KanColle, también hay otra cosa que me toca la punta del cimbrelo nabo, y es la constante saturación de putas novelas ligeras de género comedia romántica estudiantíl.

Ojo, el hecho de que una novela ligera siga denominándose novela como tál, tampoco quita que sea una reverenda mierda pinchada en un palo.

La mayoría de estas novelas tienen un argumento, tal que así:
[Fulanito de tal] es un chico que asiste a la Academia [tu vecina con bragas manchadas de orina] para cambiar su vida. Allí conocerá a todo un plantel de chicas, la más tímida, la más cría, la más impulsiva, la "tsundere" de mierda que sólo sabe decir "N-No es que..." y "Urusai! (¡Cállate!)", y la "loli" pechoplano que rivaliza con las que tienen buen par de domingas.

El protagonista, [Fulanito de tal], es un chico que no destaca en nada, salvo en las tareas del hogar, carece de criterio, carisma y personalidad, chupándole el culo a las chicas del reparto.
Por supuesto, existen variaciones que, si bien aportan algo diferente al argumento, no provocan que deje de ser  más de lo mismo.

En estas novelas, además del argumento repetitivo, también sufren el cáncer del "fan-service" a favor de los bolsillos de los publicadores. Y esto consiste en meter la típica escena de la playa, chicas enseñando tetas y bragas, incesto, yuri... En fin, ya me entendéis.

Sin embargo, también hay que añadir ciertas escenas/frases "cliché" que cansan al aficionado "de pro". He aquí algunas:
  • La típica escena en la que el protagonista está dormido o despierto, y llega su hermana y le suelta frases como: "¡Despierta, hermano!" o "¡Dáte prisa si no quieres llegar tarde!".
  • La típica escena en la que uno de los personajes acaba empapado y suelta la frase rollo: "¡Date prisa y cámbiate si no quieres pillar un constipado!".
  • El típico "¡Deja de ..." del protagonista masculino cuando no le gusta lo que hace un personaje.
  • La típica escena de playa en la que el chico se queda embobado viendo los cuerpos sexys de las chicas.
  • El típico "Urusai! (¡Cállate!)" de la "tsundere" de mierda, o la prepotente de turno.
  • La camarera que tropieza en el café.
  • La típica escena culinaria en la que un personaje prueba algo que está rico y suelta: "Oishii! (¡Delicioso!/¡Qué rico!)". Y en caso de que una persona le pide que pruebe alguna comida hecha por él/ella le responde: "Honto? Youkatta! (¡¿En serio?! ¡Menos mal!)".
  • Las "lolis" pechoplanos van en bañador, y no en bikini.
  • La escena en las aguas termales, con las hembras como Dios las trajo al mundo.
Y hay muchos más ejemplos que no se me vienen a la cabeza. Pero en definitiva, son estos elementos los que hacen que una serie sea interesante para los fans, a la par que aburren al público más exigente.

¡Ojo! Lo anterior se aplica a todos los géneros, desde manga a videojuegos.

En el campo de los videojuegos, aparte de las novelas visuales con escenas eróticas, se han ido popularizando aquellos en los que interactúas con los personajes, ya sean para chicos o para chicas. Dentro de la interacción en sí, existe la posibilidad de tocar las zonas placenteras de la chica, quitarle la ropa o destrozarla para verla en ropa interior o como Dios la trajo al mando. Y ojo, que estos juegos gozan de una popularidad enorme en Japón dado que el "target" del producto vá dirigido para jóvenes y adultos solteros.

Vamos con varios ejemplos si os parece.

To LOVE-Ru Darkness: Battle Ecstasy (PS Vita)

El juego está basado en la popular serie de Kentaro Yabuki y Saeki Hasemi. Se trata de un "action RPG", en el que controlamos al "potragonista" de la serie, Rito Yuuki, y tenemos que rescatar y combatir con las chicas del reparto. Después de derrotarlas, se pasa al modo "Touch", que consiste en ir tocando varias partes del cuerpo de la chica hasta rellenar la barra, mientras que la chica vá gimiendo como una perra. Espero que lo traigan para Norteamérica y Europa.

Bullet Girls (PS Vita)

El juego es de acción en tercera persona, y nos mete en la piel de cada una de las integrantes del Club de Combate Militar, con distintas personalidades y aptitudes, claro está. Además, hay un minijuego en el que podemos toquetear a la chica en cuestión, quitarle la ropa, mientras vá soltando las frases clichés como "yada", "yamete", "kimochi", o "asukashi". Y por si esto no fuera poco, para este título ya se han anunciado varios DLCs con nuevas vestimentas para las chicas.

Senran Kagura Burst y Dekamori Senran Kagura (Nintendo 3DS)


Ambos juegos son los últimos que han salido de la franquicia Senran Kagura. Si hay algo que ha llamado la atención sobre esta franquicia, es que todas las chicas tienen buen par de domingas (excepto la "loli" del parche Mirai), razón más que suficiente para sacar las perras de otakus y erotakus. Durante los combates, a medida que las "shinobis" van recibiendo daño, se les rompe la ropa, quedándose en bikini (no desnudas).

En Senran Kagura Burst (juego que ha llegado a Europa también) hay una parte llamada el "Dressing Room", el cuál nos permite vestir a nuestra "shinobi" con cualquier traje, a la vez que manejamos la cámara para poder contemplarla en determinos ángulos (sobre todo desde abajo).

Sin embargo, en Dekamori Senran Kagura la cosa se calienta aún más. Si bien es un juego que combina cocina y música, también se incluye un "minijuego" que permitirá hacer de las nuestras a cada una de las "shinobis", incluyendo el romperle la ropa. Y todo eso aprovechando las capacidades táctiles de la 3DS.

Monster Monpiece (PSVita)

Y este es el último juego que voy a mencionar. Se trata del Monster Monpiece, el cuál es un juego de cartas cuyas ilustraciones están basadas en chicas "moe" en paños menores. Entre sus características está la evolución de las cartas, consistente en buscar los puntos débiles de la chica monstruo, a la par que va gimiendo mientras se vá llenando la "barra de tensión". ¿Y sabéis como se logra eso? "Masturbando" a la PSVita, es decir, frotar las pantallas táctiles de arriba y abajo lo más rápido posible.

Una vez logrado eso, la chica acabará con poca ropa, aumentando sus estados (ATK, HP, MP, INT) y adquiriendo habilidades nuevas. El juego estará disponible en junio para la PlayStation Network.

Concluyendo, que es gerundio...

En definitiva, la saturación de productos con dosis de "fan-service", cuya cantidad es proporcional al máximo de la "prima de riesgo" en España, provocará que los otakus más exigentes (sobre todo, yo mismo) abandonen este "mercado" y se pasarán a otros mercados que, si bien no son muy "sacaperras", por lo menos aportan productos atemporales con carisma, personalidad, frescura (si no entendéis lo que esto, tenéis un severo retraso mental), y como no, obras maestras. Incluso algunos aficionados se han jubilado del mundillo tras reflexionar sobre la cantidad de productos cuyos ingredientes son "fan-service" y clichés. O sea, 0% originalidad.

Meter algo de "fan-service" en un producto está bien, pero abusar de él es un arma de doble filo: se convierte en un sacaperras en algunos países y, por otro lado, hace que los aficionados más exigentes se cansen y abandonen este mercado. Al fin y al cabo, el "fan-service" es como las "gayolas": por una vez, vale; pero tantas veces, es perjudicial para el cuerpo (en este caso para la industria y los fans).

De vosotros depende si os gusta menearos el cimbrelo con el "fan-service", o descubrir experiencias nuevas.

P.D.: Si hay algún ofendido tras leer este artículo, le invito a que me coma el miembro viríl.

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